Cuando conoce a Linguini tiene una actitud hostil y le dice: “La alta cocina es una jerarquía anticuada basada en reglas hechas por hombres tontos y viejos, reglas diseñadas para que sea imposible que una mujer entre en esta carrera, pero aquí me tienes”. Amiga, te entendemos, la cocina ha sido una actividad “de mujeres”, pero cuando se profesionaliza, son los hombres los que se llevan el reconocimiento por cocinar. Aunque la película se estrenó en 1996, Matilda reflejó muchos de los problemas a los que las infancias se enfrentan: papás que priorizan las necesidades de sus hijos varones, incomprensión de los talentos de los niños y las niñas y violencia en varios niveles. Pese a que sus días no eran los más felices, Matilda siempre quería ayudar a sus compañeros de clase, aprender cosas nuevas y tener una vida feliz. Quisiéramos que Matilda fuera nuestra amiga. Su inquietud principal es el autodescubrimiento, saber quién es, cuáles son sus convicciones. Su viaje es una manera de mostrar rebeldía ante lo establecido, y lo hace por el amor que tiene por su tribu y por su familia. No la mueve un amor romántico, sino su necesidad de encontrarse a ella misma en el mundo.
Abby, además, es un personaje que rompe con estereotipos, es coreana-canadiense, con un cuerpo grande, lo que contrasta con la idea que tenemos de las chicas coreanas, ella abraza eso. No le tiene miedo a mostrar sus emociones y si quiere abrazar a Mei, lo hace, si se enoja se nota, a diferencia de muchas niñas, está en contacto con su lado sensible y qué belleza que sea así. Aunque Andy toma las riendas y cambia de actitud, estar en un mundo como lo es el de las revistas y la moda no siempre es fácil. Hubo muchos momentos en los que quise decirle que todo iba a estar bien, pero el que definitivo me hizo decir “I feel you, hermana”, es ese en el que todo se complica, hay reproches y tiene culpas. Todxs hemos sido Andy alguna vez, si todavía no te toca, felicidades. Cuando llora por su divorcio, ahí sí quise abrazarla y, básicamente en toda la película, porque aunque seas muy exitosa, las mujeres estamos para apoyar a otras mujeres, no para hacerlas sentir que son incapaces. Las chicas son sexualizadas, no tienen amigxs de verdad, viven de las apariencias, qué estrés tener que sobrevivir en un ambiente así de tóxico y qué triste llegar de otro país y enfrentarte a todas las cosas que le pasaron a Cady. De verdad, abrazamos mucho su proceso, sabemos que la distrofia corporal existe, que el acoso por no tener un cuerpo normativo, también. Es triste que solo la reduzcan a una chica vengativa. Mirabel tiene que enfrentarse a no ser como su familia, no solo eso, a romper con las tradiciones y con lo que está establecido para los Madrigal. Su personaje, además de crecer y evolucionar a lo largo de la historia, también es un recordatorio de cómo todxs estamos buscando nuestro lugar y nuestro potencial. Te queremos, Mirabel.